El creador de la idea fue Georg Carstensen, que sedujo al rey de Dinamarca Cristian VIII con la frase “cuando el pueblo se divierte, no piensa en política” (hoy día en España, esto lo hemos cambiado por el fútbol), y así el monarca alquiló 61.000 m² de terreno para su construcción, por 945 coronas al año.

Un 15 de agosto de 1843 los Jardines Tivoli abren sus puertas, siendo el segundo parque de atracciones más viejo de Dinamarca (por detrás del Parque de atracciones de Bakken) , y el cuarto más antiguo del mundo.
Uno de los atractivos de Tivoli, es que su aspecto se ha mantenido en gran medida como en sus orígenes, pudiendo todavía respirar ese encanto del siglo XIX mientras paseamos por su calles. Como ejemplo, su entrada principal no ha sufrido ninguna modificación desde que fue construida en 1843.

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