Foto 360 Parroquia Nuestra Señora del Manto de Riaza(II). VidePan en Segovia

Foto 360 Parroquia Nuestra Señora del Manto de Riaza(II). VidePan en Segovia

Segovia

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Manto queda actualmente situada en la porción de plaza más pequeña, en la parte trasera del Ayuntamiento.

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Manto queda actualmente situada en la porción de plaza más pequeña, en la parte trasera del Ayuntamiento.
Es un impresionante conjunto renacentista, fechado entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVI con planta rectangular de cruz latina, ábside, dos capillas (anexionadas con posterioridad a la edificación del conjunto), torre campanario, sacristía y baptisterio. Posiblemente, y aunque no podemos confirmarlo taxativamente, en el mismo lugar existió con anterioridad una iglesia de corte románico, cuyos restos pasaron a formar parte de la actual

En el exterior, en la parte oeste, nos llama la atención la grandiosa torre campanario que, coronada por una balaustrada de piedra y flameros, alcanza 33 metros de altura (en su parte interior alberga parte de la Colección de Arte Sacro). La primera parte de la construcción, que apenas tiene huecos de iluminación pero que es la más grande, se construye con sillares hasta la mitad, para luego seguir la construcción, hasta lo más alto, con mampostería. En esta última parte ya se ven huecos más amplios, que iluminan el interior aunque escasamente. Es en 1739 cuando el obispo auxiliar de Segovia manda que se funda la campana grande de la iglesia, ya que se halla quebrada sin poder usarse y hacía gran falta. Pero la nueva campana volvió a salir defectuosa y tampoco se pudo hacer uso de ella. Así que en octubre de ese mismo año, el cura beneficiado decidió que, a pesar del elevado coste, se volviera a fundir nuevamente. El Ayuntamiento de la Villa, una vez más y a pesar del precario estado en el que ya se hallaban sus arcas, decidió aportar 440 reales para la ejecución de la campana, ya que consideraba que el funcionamiento de esta redundaba en beneficio de la comunidad (recordemos que los toques de campana han sido durante siglos la manera más eficaz de articular la vida de cualquier comunidad rural)

En la torre campanario de la iglesia existía desde el siglo XVII un reloj. En 1726 el relojero Martín de Lucas cobra 386 reales por el «aderezo y compo[si]zión» del reloj, que quedó montado, en perfecto funcionamiento y sin defecto alguno. Francisco «Zelor», maestro relojero francés, sería contratado en 1728 para arreglar la maquinaria que se hallaba descompuesta. En 1751 se sustituye la placa con los números de las horas por otra procedente de Talavera de la Reina (Toledo).
La planta de la iglesia es de cruz latina, con tres naves, de las cuales la central es la más ancha y la más alta. Cada una de las naves laterales posee su propio nombre: la de la Epístola, en la parte sur, por la cual se accede al interior, y la de Adviento, en la parte norte, que posee así mismo una puerta que se utiliza en contadas ocasiones.
A los pies de la nave central, en la parte oeste, se sitúa el coro que alberga parte de la Colección de Arte Sacro, así como una capilla que actualmente carece de uso litúrgico.

En la cabecera de esta nave se sitúa el altar mayor y en el lateral sur la sacristía; en el otro lateral está la capilla de Los Hidalgos. El altar queda pues orientado al este (hacia Roma, cabeza de la cristiandad) presidido por el Retablo Mayor, de manufactura barroca, traído a esta iglesia desde el monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Armedilla, en Cogeces del Monte (Valladolid) en 1823. Fechado hacia el primer tercio del siglo XVII, tiene ensamblaje manierista y pintura barroca. Su estructura, de madera y cubierta de pan de oro, es de tres cuerpos con tres calles separadas por columnas estriadas con capitel corintio en el cuerpo central, que está separado del superior por un entablamento con una cornisa bastante saliente. En el cuerpo o calle central aparece una hornacina, con arco de medio punto, en cuyo interior se halla una imagen bastante moderna de la patrona de la Iglesia, Nuestra Señora del Manto. Las pinturas pertenecen a la primera mitad del siglo XVII, y aunque su autor nos es desconocido, se piensa que puedan ser obra del maestro Diego Valentín Díaz que, por aquel entonces, trabajaba en la zona de Valladolid. Las escenas de los cuadros mayores representan distintos momentos de la vida de San Jerónimo, santo que gozó de gran devoción en el siglo XVI.

Fuente aquí

Foto 360 Parroquia Nuestra Señora del Manto de Riaza. VidePan en Segovia

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Segovia

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Manto queda actualmente situada en la porción de plaza más pequeña, en la parte trasera del Ayuntamiento.

La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Manto queda actualmente situada en la porción de plaza más pequeña, en la parte trasera del Ayuntamiento.
Es un impresionante conjunto renacentista, fechado entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVI con planta rectangular de cruz latina, ábside, dos capillas (anexionadas con posterioridad a la edificación del conjunto), torre campanario, sacristía y baptisterio. Posiblemente, y aunque no podemos confirmarlo taxativamente, en el mismo lugar existió con anterioridad una iglesia de corte románico, cuyos restos pasaron a formar parte de la actual

En el exterior, en la parte oeste, nos llama la atención la grandiosa torre campanario que, coronada por una balaustrada de piedra y flameros, alcanza 33 metros de altura (en su parte interior alberga parte de la Colección de Arte Sacro). La primera parte de la construcción, que apenas tiene huecos de iluminación pero que es la más grande, se construye con sillares hasta la mitad, para luego seguir la construcción, hasta lo más alto, con mampostería. En esta última parte ya se ven huecos más amplios, que iluminan el interior aunque escasamente. Es en 1739 cuando el obispo auxiliar de Segovia manda que se funda la campana grande de la iglesia, ya que se halla quebrada sin poder usarse y hacía gran falta. Pero la nueva campana volvió a salir defectuosa y tampoco se pudo hacer uso de ella. Así que en octubre de ese mismo año, el cura beneficiado decidió que, a pesar del elevado coste, se volviera a fundir nuevamente. El Ayuntamiento de la Villa, una vez más y a pesar del precario estado en el que ya se hallaban sus arcas, decidió aportar 440 reales para la ejecución de la campana, ya que consideraba que el funcionamiento de esta redundaba en beneficio de la comunidad (recordemos que los toques de campana han sido durante siglos la manera más eficaz de articular la vida de cualquier comunidad rural)

En la torre campanario de la iglesia existía desde el siglo XVII un reloj. En 1726 el relojero Martín de Lucas cobra 386 reales por el «aderezo y compo[si]zión» del reloj, que quedó montado, en perfecto funcionamiento y sin defecto alguno. Francisco «Zelor», maestro relojero francés, sería contratado en 1728 para arreglar la maquinaria que se hallaba descompuesta. En 1751 se sustituye la placa con los números de las horas por otra procedente de Talavera de la Reina (Toledo).
La planta de la iglesia es de cruz latina, con tres naves, de las cuales la central es la más ancha y la más alta. Cada una de las naves laterales posee su propio nombre: la de la Epístola, en la parte sur, por la cual se accede al interior, y la de Adviento, en la parte norte, que posee así mismo una puerta que se utiliza en contadas ocasiones.
A los pies de la nave central, en la parte oeste, se sitúa el coro que alberga parte de la Colección de Arte Sacro, así como una capilla que actualmente carece de uso litúrgico.

En la cabecera de esta nave se sitúa el altar mayor y en el lateral sur la sacristía; en el otro lateral está la capilla de Los Hidalgos. El altar queda pues orientado al este (hacia Roma, cabeza de la cristiandad) presidido por el Retablo Mayor, de manufactura barroca, traído a esta iglesia desde el monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Armedilla, en Cogeces del Monte (Valladolid) en 1823. Fechado hacia el primer tercio del siglo XVII, tiene ensamblaje manierista y pintura barroca. Su estructura, de madera y cubierta de pan de oro, es de tres cuerpos con tres calles separadas por columnas estriadas con capitel corintio en el cuerpo central, que está separado del superior por un entablamento con una cornisa bastante saliente. En el cuerpo o calle central aparece una hornacina, con arco de medio punto, en cuyo interior se halla una imagen bastante moderna de la patrona de la Iglesia, Nuestra Señora del Manto. Las pinturas pertenecen a la primera mitad del siglo XVII, y aunque su autor nos es desconocido, se piensa que puedan ser obra del maestro Diego Valentín Díaz que, por aquel entonces, trabajaba en la zona de Valladolid. Las escenas de los cuadros mayores representan distintos momentos de la vida de San Jerónimo, santo que gozó de gran devoción en el siglo XVI.

Fuente aquí