Foto 360 Beso fraternal socialista entre Brezhnev y Honecker. VidePan en Berlín
El fotógrafo Regis Bossu fue el encargado de inmortalizar, en el año 1979, el «beso fraternal» entre dos líderes comunistas de la Guerra Fría, Leonidas Brezhnev (URSS) y Erich Honecker (RDA). Poco sabían tanto el retratista como los retratados que la imagen daría la vuelta al mundo en cuestión de días y se convertiría, hasta hoy, en uno de los puntos más visitados en la ciudad de Berlín.
Lo que los comunistas de Europa denominaban «beso fraternal» era, según el protocolo, la manera en la que dos líderes socialistas debían saludarse: en primer lugar, un gran abrazo, a lo que seguían tres besos en mejillas alternas. En casos excepcionales, y si ambos mandatarios tenían una especial relación de amistad, los besos en las mejillas se podían sustituir por besos en los labios.
Es precisamente esta práctica la que llevaron a cabo los líderes comunistas más importantes en la década de los 70, Brezhnev y Honecker, de la URSS y Alemania Oriental. El líder soviético se encontraba de viaje en Alemania del Este para conmemorar los 30 años desde la creación de la RDA (República Democrática Alemana). El beso se produjo, por tanto, en un contexto de igualdad, fraternidad y solidaridad entre los dos Estados, que recientemente habían firmado una serie de acuerdos comerciales beneficiosos para ambos.
La imagen trascendió de tal manera que, entre otras repercusiones, una vez caído el muro de Berlín en 1989, el artista ruso Dimitri Vrúbel pintó en mural la famosa fotografía, titulada «Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal», hoy en día convertido en uno de los puntos más visitados e inmortalizados de la capital alemana.
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