Muchas personas, cuando se les habla sobre los caballos, piensan en criaturas hermosas y majestuosas que ponen a nuestra disposición sus lomos para ser montados. No obstante, para encontrar la verdadera esencia del caballo, es necesario dejar de mirarlo como un animal que está dispuesto a obedecer todas nuestras órdenes y empezar a descubrirlo como un ser libre y, sobre todo, capaz de sentir miles de emociones al igual que nosotros.
Los caballos no deben ser montados por el simple hecho de que ningún caballo siente ningún tipo de goce o disfrute mientras carga con el peso de un humano en su lomo. Si verdaderamente queremos tener una relación auténtica con nuestro caballo y un vínculo estrecho, hay que hacer que él se sienta a gusto con nuestra compañía y que sepa que siempre que comparte el tiempo con nosotros va a ser tiempo que va a disfrutar mediante mimos, caricias, juegos y distintos tipos de entretenimientos que tengamos para ofrecerle. Si bien se les puede dar alimento como “golosinas”, hay que procurar que el interés de ellos hacia nosotros no esté basado en la comida porque de esta forma el vínculo establecido no va a ser auténtico.
(Fuente: Aquí. Foto realizada por: Justin Lee)
A continuación tenéis la foto en 360 grados esféricos.