Este instrumento, llamado plinto, fue descrito por Claudio Tolomeo en el siglo ll d. C., y se utiliza para medir la altura máxima del Sol sobre el horizonte. En el mediodía, cuando alcanza el punto más alto de su recorrido, el Sol cruza el meridiano del lugar.
Esa altura depende de la latitud, pero también varía a lo largo del año; es máxima en el solsticio de verano y mínima en el de invierno. A la latitud de Valencia, la altura máxima que alcanza el Sol en el solsticio de verano es de 73º 57’; en el solsticio de invierno solo llega a 27º 5’.
Si observamos la sombra de la aguja indicadora a las 12.00 hora solar, obtendremos la declinación solar del día en el que estamos; es decir, el ángulo que forma el Sol con el ecuador celeste. Y como la declinación del Sol es diferente para cada día del año, el plinto también se puede utilizar como un calendario anual de precisión, pero solo a esa hora exacta: el mediodía solar.
Con el plinto podemos saber cuándo se producen los solsticios y los equinoccios: basta con observar la sombra en el mediodía solar, que coincidirá con la marca correspondiente.
(Fuente: Aquí)
A continuación tenéis la foto en 360 grados esféricos que hicimos durante nuestro viaje por Valencia.