La estación central de trenes en Wrocław era considerada uno de las más originales en cuanto a la arquitectura y de las estaciones de tren más bellas de Europa. Fue construido en el año 1855-1856, diseñado por William Grapow, arquitecto real de los Ferrocarriles de la Alta Silesia, cerca de la antigua estación que existía desde 1842. La nueva estación primero se llamaba La nueva estación de ferrocarril de Alta Silesia o la Estación de Ferrocarril de Alta Silesia y de Ferrocarril Wrocław-Poznań Głogów- y la necesidad de crearla fue por construir la nueva línea ferroviaria a Poznań. Inusualmente largo (200 m), edificio de la estación, con tres proyecciones de caída de pórticos de entrada y torres que flanquean la proyección central, fue formado en el estilo Tudor neogótico. Está decorado con arcos distintivos y muchos elementos seudo-defensivos (torretas, crenelages, tiros). También los interiores recibieron una decoración rica. En frente de la estación fue organizada una gran plaza con una fuente. El edificio – el más grande en ese tiempo en Europa – fue muy bien recibido, tanto por ciudadanos de Wrocław, como por viajeros. La evaluaban como confortable, elegante y lujosamente equipadas. En numerosas cartas y relaciones de viaje era mencionado como el lugar más digno de visitar, y el diseño de otras estaciones le señalaban como un modelo a seguir.

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