Túmbate sobre la plataforma, de modo que tu cabeza quede situada en el orificio superior. Fíjate en las líneas de los equinoccios y los solsticios. Desde esta posición, la línea del solsticio de invierno marca el recorrido del Sol en el día más corto del año. El Sol sale muy tarde y muy alejado del Este. A mediodía, lo encontramos relativamente cerca del horizonte, y sus rayos son muy oblicuos y calientan poco.
Durante el invierno, el Sol va recuperando altura. El día del equinoccio de primavera sale exactamente por el Este, y ese día sigue la línea que marca la circunferencia central. El día y la noche duran lo mismo: doce horas; de ahí el nombre latino aequinoctium, noche igual (al día). Según avanza la primavera, cada día amanece antes y anochece más tarde, hasta llegar al solsticio de verano, cuando tenemos más horas de luz. Este día el recorrido del Sol coincide con la circunferencia superior, la de mayor tamaño.

Luego, durante los tres meses del verano, el ciclo se invierte: el Sol sigue una trayectoria cada día más corta, hasta llegar al equinoccio de otoño, cuya línea es idéntica a la de primavera.

(Fuente: Aquí)

A continuación tenéis  la foto en 360 grados esféricos que hicimos durante nuestro viaje por Valencia.

Foto 360 grados esféricos

A %d blogueros les gusta esto: