En el pasado, Zanzíbar fue el principal puerto para el comercio de esclavos: hombres, mujeres e incluso niños eran subastados y comprados para cruzar el Atlántico en pésimas condiciones. Zanzíbar, en Tanzania, es considerada hoy en día como una maravillosa isla paradisíaca en medio del océano Índico, conocida muchas veces como la “isla de las especias”. Sin embargo, no se puede ignorar que también tuvo un pasado trágico.
La historia del archipiélago de Zanzíbar es el resultado de una gran variedad de civilizaciones que dejaron huella. La isla vio pasar a numerosos pueblos; desde asirios y egipcios, hasta holandeses, portugueses y británicos. Gracias a su estratégica localización, en la costa este de África, y como ruta de paso para las embarcaciones entre Europa, el Oriente Medio y la India, Zanzíbar se convirtió en núcleo para el comercio de todo tipo de bienes, incluyendo, desafortunadamente, el del tráfico de esclavos.
La isla fue el principal puerto para el comercio de siervos. Tras varios intentos, aboliciones parciales y existencia del tráfico de prisioneros en la clandestinidad, la esclavitud fue finalmente abolida en Zanzíbar a mediados del siglo XX. Hoy en día, y después de un siglo, los visitantes todavía podemos comprobar el rastro que dejaron esos años traumáticos; de injusticias y malos tratos a los esclavos, que permanecían hacinados en minúsculas cámaras. Muchos morían de hambre o por asfixia.
La capital de la isla, Stone Town, era el lugar concreto donde se comercializaba con los prisioneros. Como mano de obra barata eran esclavizados y secuestrados para satisfacer las demandas de esclavos en países de todos los lugares del mundo. Hombres, mujeres e incluso niños eran subastados y comprados para cruzar el Atlántico en pésimas condiciones.
(Fuente: Aquí. Foto realizada por: Oliver Bogler)
A continuación tenéis la foto 360 grados esféricos.